Paella

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Y debería añadir, «a mi manera» ya que en el caso de la paella, la receta absoluta, no creo que exista.

Hace bastante poco, pasamos un fin de semana largo en Eurocamping Oliva. Lo pasamos muy bien pero lo que os quería contar va sobre la paella así que allá voy. Nos alojamos en una parcela cerca de todo, pero al lado nuestra empezaba una calle de campistas fijos. Con esto ya sabemos que la experiencia del camping sube de golpe unos cuantos niveles, bien, pues que os voy a contar de la comida del domingo … ¡un espectaculo de paellas!

Parecía un concurso o un festival, aunque seguramente tenía más que ver con la costumbre. Unas paellas más grandes, otras más pequeñas, en función del número de comensales, claro está, con sus quemadores perfectamente protegidos y sus fieles guardianes, empuñando las espumaderas. Lo primero, el olor … ¡ese inconfundible azafrán que despierta todos los sentidos!

Lo segundo, los hombres. ¿Será que dominar el fuego es cosa de ellos o la paella tiene algo especial? Yo creo que es lo segundo, aunque lo primero también aplica. En mi casa, si un día no me puedo dedicar a la cocina, propongo una barbacoa …  ya me entendeis, ¿no?

Pero volviendo a las paellas, me encantó ver el mimo que todos dedicaban a las paellas. Y cada uno tenía su propia receta, su propia mezcla de ingredientes que la hacían única. Y luego, el amor. El amor que enriquece el sabor de toda comida, el amor que ponemos al cocinar, el amor que ponemos al comer y al querernos los unos a los otros, alrededor de una mesa, disfrutando de lo que hemos realizado. Y no importa que nuestra paella sea para 2 o para 20, ¡será única e inigualable!

Ya me gustaría a mí tener la paella, el quemador y todo el resto conmigo en cada salida, pero no es posible, así que me he tenido que apañar con mi super amiga, la sartén eléctrica, porque, la paella del domingo es poco menos que una institución en los días de verano. Yo llevo el arroz, el sobre de condimentos y las verduras, por si acaso. Luego, depende de que nos encontramos por allí, decidimos el sabor. Lo mismo nos da pollo, pescado, o marisco (por llamar de alguna manera las gambitas congeladas que hemos usado en esta ocasión), lo importante es la intención y el amor del que hablaba antes.

Según fuentes «oficiales» hay algunos «tips» para la buena paella que son:

El arroz se debe cocer en extensión y no en altura.

La proporción del aceite de oliva debe ser de un vaso por kilo de arroz.

En principio hay que calcular 100g de arroz por persona. (depende del tipo de arroz, pero el normal redondo es así)

El arroz nunca hay que lavarlo. Hay que echarlo cuando el caldo hierva, repartirlo y no tocarlo más.

Vayamos a ello…