Ingredients
-
2 Tomate
-
1 pizca Oregano
-
1 rodaja Queso provolone
-
1 pizca Sal
Directions
¡Hola!
La cena en la que se me ocurrió la primera vez preparar esta receta, está todavía grabada en la memoria de mis hijos y cada vez que les viene a la memoria, no paran hasta que se lo preparo otra vez.
Es un plato muy sencillo, solo tomate, queso, una pizca de sal y otra de orégano pero el sabor del queso Provolone es tan rico que no necesita mucho más para presentar un plato redondo. Cuando lo probamos la primera vez, en un restaurante italiano, nos encantó. El caso es que fundían el queso en cuencos de barro y dentro del mismo horno donde hacían las pizzas. Llegaba a la mesa burbujeando y estirándose como la mozarella a la hora de servirlo pero con un sabor mucho más definido.
A falta de tantos medios, – quien tuviera un horno de pizzeria viajero – probamos a utilizar nuestra sartén viajera y el recurso infalible para convertirla en «horno», el papel de aluminio y ¡sorpresa! el resultado fue delicioso. Para prueba, un botón … con las ansias de comernosla, se nos olvidó sacar la foto final así que habrá que repetir en breve.
Os recomiendo probar a hacerlo, sólo necesitareis cuatro cosas. Mojar las rebanadas de pan o palitos directamente en la sartén y ¡¡¡disfrutar!!!
PD: Las cantidades de la receta son para una persona. Lo ideal sería que cada comensal tuviera su propia rodaja de queso.
Opción 1: Si solo se usará una sartén pequeña (15cm), cocinar el tomate para todos de una vez y repartirlo en cantidades iguales entre todos. Después echar una ración de tomate en la sartén, colocar encima el queso tapar y fundirlo 2-3 minutos. Volcarlo en el plato y repetir con los demás por igual.
Opción 2: Con una sartén más grande (24-26cm) o incluso la electrica (30cm), preparamos los tomates y cuando estén hechos, colocamos 3 o 4 rodajas de queso y tapamos. Hace falta un poco más de tiempo (5-6 min) pero el resultado será igual de rico.
Steps
1
Done
5
|
Preparación |
2
Done
5
|
CocinadoPonemos el fuego a media potencia y echamos 2 cucharadas de aceite en una sartén del tamaño de la rodaja de queso aproximadamente. La ponemos a calentar y sofreimos los tomates hasta que estén doraditos (2 min aprox.) |